Niño de la fundación del 2006 al 2015
Alejandro, oriundo del pueblo de Pitumarca, tenía 8 años cuando entró a la fundación Niños Unidos Peruanos. Llegó al Cusco con su mamá y con su hermana después de haber huido de un entorno familiar violento:
« Primero, integré el proyecto de Qoripata donde encontré el cariño y el respeto que necesitaba con tutores muy buenos. Durante mis años de primaria y de segundaria, iba al colegio San Borja en las mañanas y a la fundación en las tardes. Allá recibía comida y apoyo. Mi madre, que es analfabeta, también encontró apoyo en la fundación, pues trabaja de cocinera y prepara comida para 200 niños diariamente. Mi hermana menor también está en la fundación.
Hoy día, tengo pocas ocasiones de ir a mi pueblo. Mi madre me matriculó para tomar clases de inglés hace algunos años y, después de graduarme del colegio, empecé a trabajar para Niños Hotel. Primero fui empleado en el cafetín, luego en la recepción del hotel de Calle Fierro. El próximo año empezaré a estudiar turismo en la Universidad… Para mí, la fundación fue un lugar donde recibí el cariño y el respeto que necesitaba ».
Naidet tenía 10 años cuando llegó a Cuzco para estudiar con su hermana mayor mientras sus padres se quedaban en su pueblo para trabajar como agricultores: "Entré en la Fundación Ninos Unidos Peruanos cuando tenía 11 años, en 2000. Me gustaba mucho: Iba allí después del colegio a comer y luego hacía deporte o actividades artísticas". Después de unos meses, Jolanda nos ofreció a mi hermana y a mí estar bajo su tutela e irnos a vivir con una pareja de cusqueños a la casa de la fundación en el barrio de Qoripata con otros 7 niños. Al principio, mis padres biológicos desconfiaban porque no entendían por qué Jolanda nos ayudaba sin pedir nada a cambio. Pero finalmente aceptaron, y Vicente y Julia se convirtieron en nuestra segunda familia. Nos cuidaron como si fuéramos sus propios hijos. A menudo recuerdo ese periodo de mi vida con mucha nostalgia porque creo que fue la mejor época de mi vida. Viví en Qoripata hasta que terminé el bachillerato, y luego estudié Administración en la Universidad. Empecé a trabajar en el Hotel Niños en 2010, primero en limpieza, pero rápidamente pasé a ser mesera en el restaurante y luego recepcionista. Desde hace dos años soy asistente de administración. Me encanta mi trabajo y estoy muy agradecida a Jolanda y a su ex marido Tittus por haber hecho todo esto por nosotros. Me dieron comida, un lugar donde quedarme y la oportunidad de estudiar, sin pedir nada a cambio.